Por otra parte, se hicieron nulas referencias, por ejemplo, a la posición que el país debía tener frente a las necesidades que el cambio climático genera en la economía o a cómo enfrentar la cumbre recientemente realizada en Copenhague. Esta tendencia, se confirma al escuchar el discurso de agradecimiento del Presidente electo, en el cual solo se mencionó una vez el “medio ambiente”.
Así, hoy que todas las incertidumbres políticas se han despejado, y seguramente los equipos de Sebastián Piñera estarán trabajando a toda maquina para configurar la puesta en marcha de su gobierno, creo que es necesario reflexionar sobre las reales oportunidades que Chile tiene para salir del subdesarrollo, crecer de manera sostenida y construir una sociedad más justa. Estas oportunidades están directamente relacionadas con la incorporación del concepto de Sustentabilidad en la economía y en la estructura del Estado.
¿Por qué afirmo esto?, por la sencilla razón que la sustentabilidad aplicada en la economía, trae consigo una cuestión a la que el ninguno de los candidatos hizo referencia durante meses de campaña: el concepto de triple balance (triple bottom line) de la gestión de los recursos. Esto tiene que ver con equilibrar los aspectos clásicos del desarrollo económico, con el desarrollo de la población y el adecuado uso de los recursos naturales. Esto es, en términos sencillos, PERSONAS + PESOS + PLANETA= DESARROLLO.
Ahí radica el verdadero liderazgo que debemos buscar como país, por lo tanto, lo que debemos pedirle al presidente electo es que se refiera al modelo de desarrollo que quiere para el país, y a partir de este, a las medidas concretas que fomenten un modelo de desarrollo equilibrado y no depredador.
¿Por qué pedir medidas concretas? Porque el Estado tiene las herramientas para hacerlo hoy, no al cabo de una larga discusión de una comisión, ya tenemos experiencia en comisiones de diversa índole, y no todas con resultados destacables.
El Estado debe actuar con el ejemplo, ejecutando acciones concretas que apunten a integrar la Sustentabilidad en la gestión general de sus estructuras y empresas. Sin una política interna es muy difícil llamar a los privados a ser sustentables y responsables. El Estado debe ser coherente, sólo de esa manera puede convocar a los demás actores involucrados.
La pregunta es ¿cómo?, y la respuesta no es tan difícil de contestar: el Estado debería partir por definir y aplicar políticas de Responsabilidad Corporativa y Sustentabilidad en sus propias estructuras y empresas, que incluyan aspectos como: eficiencia energética, relaciones con proveedores (no debemos olvidar que el Estado es el comprador más grande del país, y uno de los mayores, sino el mayor empleador también), mayor transparencia en las contrataciones de profesionales (la propuesta en tal sentido del Ministro Pérez Yoma al parecer fue olvidada), manejo de desechos, determinación de huella de carbono, mejoramiento de la calidad de vida laboral, respeto a las minorías (tan discutido por estos días debido a la cuestión indígena),etc.; podría así proseguir con numerosos ejemplos sobre cómo el Estado puede trabajar HOY en sustentabilidad y claramente ninguno de estos posibles ámbitos requiere de una comisión, sino solo de la tan escasa voluntad política.
Es por esto que hago un llamado al Presidente Electo y su coalición para que incorporen la temática de la Sustentabilidad de manera concreta en su nueva gestión y de esa manera le permitan a toda la sociedad generar un país más fuerte, más justo, más competitivo, más eficiente, y demuestren con hechos la verdadera voluntad de cambio para hacer de Chile un país Sustentable, el momento es ahora.
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